jueves, mayo 15, 2003

Tres hijos dejaron su hogar, se independizaron y prosperaron.

Cuando se juntaron nuevamente, hablaron de los regalos que habían podido hacerle a su madre.

El primero dijo: "Yo construí una casa enorme para nuestra madre."

El segundo dijo: " Yo le mandé un Mercedes con un chofer."

El tercero dijo: "Les gané a los dos: ustedes saben cuánto disfruta mamá de leer la Biblia, y saben que no puede ver muy bien. Le mandé un gran loro marrón que puede recitar la Biblia en su totalidad. Les llevó 20 años a 12 Franciscanos enseñársela. Contribuí con $1.000.000 por año durante 20 años, pero valió la pena. Mamá sólo tiene que nombrar el capítulo y el loro lo recita."

Pronto, la Mamá envió sus cartas de agradecimiento.

Escribió a su primer hijo: "Isaac, la casa que construiste es tan grande!. Yo vivo en un sólo cuarto, pero tengo que limpiar toda la casa."

Escribió a su segundo hijo: "Moisés, estoy demasiado vieja como para viajar. Me quedo en casa todo el tiempo, así es que nunca uso el Mercedes."

Escribió a su tercer hijo: "Mi queridísimo Abraham, fuiste el único hijo que tuvo el sentido común de saber lo que le gusta a tu madre. El pollo estaba delicioso."

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